domingo, 14 de octubre de 2012





Los Piquitos o Picos de Pan: 
acompañantes ideales en el aperitivo.

     Algo tan sencillo y natural como el pico de pan, también conocido como "piquitos", tan crujientes y con diferentes formas: el tradicional en forma de bastoncillo, los "ochitos", los de forma ovoidal (de aros), las lágrimas, los alargados y finos colines, etc. Cualquier forma es buena si es capaz de acompañar una buena tapa. De éste producto hay variedades refinadas e integrales, con o sin sésamo...

     Las tapas son alimentos breves y muy variados en cuanto a gustos, sabores y texturas. Pequeñas muestras de la gastronomía española que hacen de los picos un acompañante ideal, tanto de nuestras tapas tradicionales como de las más innovadoras. En algunos casos, picos y tapa van directamente ligados, como es el caso de la ensaladilla rusa, los boquerones en vinagre, el queso curado...   
También las aceitunas gordales se pueden tomar con picos de pan. O incluso tomándolos solos, mientras hacemos tiempo hasta que llegue el almuerzo, acompañados de una cervecita o un buen vino. 


Es en el sur dónde, un buen número de obradores se afanan en ofrecer buenos picos, variados en formas y sabores. Por ejemplo: Córdoba, con sus picos con ajonjolí. Jerez de la Frontera o Antequera, son excelentes productoras de picos de pan en España.


Sobre la historia de los picos hay diferentes  explicaciones según la zona en la que se elaboran, como por ejemplo, en Jerez, que cuentan que empezó como casi todas las grandes ideas, descubierta por casualidad: Con la masa que sobraba de hacer los panes, los panaderos empezaron a hacer pequeños rollitos y los regalaban a los niños y a las mujeres, hasta que un día, el hijo de un panadero, empezó a vender los presentes para ganar propinas.

En las zonas marinas se dice que fueron fruto de la petición de las compañías navieras que precisaban de un producto similar al pan, pero que fuera más duradero para mantenerlo durante las largas travesías oceánicas. 


La bajada del consumo de pan fresco es proporcional al aumento del consumo de picos, es decir, que la falta de tiempo pone aún más de moda el tapeo y provoca que no se compre pan fresco. Ésto se ha debido a la evolución en los hábitos alimenticios de los consumidores que, en los últimos años, han sustituido en su dieta el pan del día, por productos más ligeros, como son la gama de productos: rosquillas , picos, colines, regañás, etc.


Éste panecillo adorna por igual tanto las cenas elegantes como las comilonas carentes de toda pompa y circunstancia. Hay quién los toma en el desayuno acompañado de deliciosa mantequilla, o quien los acompaña en el almuerzo para mojarlos en salsas.




 Acompañado o solo, constituye un excelente tente en pié, capaz de saciar el apetito con un sólo pan de piquito. Pero como todo en la vida, no se debe abusar del pan de piquito porque, al fin y al cabo, pan es. Con ello quiero recordar que si se come en exceso puede provocar un pequeño aumento de peso no deseado.


Bien hechos, conservan por largo tiempo su textura y sabor. Se pueden guardar en el congelador y usarlos tiempo después, bastando a penas algo de calentamiento. Entonces vuelve al punto original, como si hubiesen sido elaborados unos pocos minutos antes.

El pan de piquito nunca sobra, nunca abunda, nunca desentona y no son estacionales. Sirven para cualquier época del año y pegan con cualquier acompañamiento culinario. 



En nuestra tienda encontrarás los picos de "El Obrador de Antequera", muy naturales, elaborados sin aceite, sólo con harina, sal, levadura y agua. Sanos y deliciosos. Si aún no los probaste te recomendamos que lo hagas. Ahora no tienes excusa, en www.deantequera.es tienes una buena oferta en relación calidad precio.



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