Todos hemos oido decir que la dieta mediterránea es la más sana y la que mejor cubre las necesidades de nutrición del cuerpo, pero ¿en qué consiste la dieta mediterránea?...
La dieta mediterránea consiste en un estilo de vida basado en una dieta equilibrada y variada en la que predominan los alimentos obtenidos de los cultivos tradicionales de esta zona goegráfica bañada por el mediterráneo: el trigo, el olivo y la vid.
La dieta mediterránea consiste en un estilo de vida basado en una dieta equilibrada y variada en la que predominan los alimentos obtenidos de los cultivos tradicionales de esta zona goegráfica bañada por el mediterráneo: el trigo, el olivo y la vid.
Los alimentos que constituyen la base de esta alimentación son:
- El pan y la pasta, como principal fuente de hidratos de carbono.
- El pan y la pasta, como principal fuente de hidratos de carbono.
- El aceite de oliva como principal fuente de grasa.
- El vino en cantidades moderadas durante las comidas.
- Las hortalizas, las frutas, los frutos secos y las legumbres aportan a esta dieta gran cantidad de fibra y antioxidantes.
El pescado, las aves de corral, los productos lácteos y los huevos como principal fuente de proteínas y un menor consumo de carnes y grasas animales.
Estos alimentos y su tratamiento culinario da lugar a un estilo de vida que se complementa con unos hábitos (por desgracia cada vez menos frecuentes) a los que invita el clima, como son los paseos al sol, las tertulias o la siesta.
En la zona mediterránea se come: una cantidad relativamente alta de pescado y carnes blancas, cereales y leguminosas, frutas y verduras; una cantidad relativamente baja de carnes rojas; y, en forma moderada, se consume vino con las comidas.
La grasa usada en las comidas es mayoritariamente aceite de oliva. Esto conduce a una alimentación saludable que se caracteriza por ser:
- Baja en grasas saturadas (carnes rojas)
- Alta en grasas monoinsaturadas (aceite de oliva)
En la zona mediterránea se come: una cantidad relativamente alta de pescado y carnes blancas, cereales y leguminosas, frutas y verduras; una cantidad relativamente baja de carnes rojas; y, en forma moderada, se consume vino con las comidas.
La grasa usada en las comidas es mayoritariamente aceite de oliva. Esto conduce a una alimentación saludable que se caracteriza por ser:
- Baja en grasas saturadas (carnes rojas)
- Alta en grasas monoinsaturadas (aceite de oliva)
- Balanceada en ácidos grasos poliinsaturados (omega-6 y omega-3)
- Baja en proteína animal
- Rica en antioxidantes (frutas, frutos secos, verduras y legumbres)
- Rica en fibras (frutas, verduras, legumbres y cereales)
La dieta mediterranea además aporta gran cantidad de antioxidantes que protegen del envejecimiento celular y la carcinogénesis.
- Baja en proteína animal
- Rica en antioxidantes (frutas, frutos secos, verduras y legumbres)
- Rica en fibras (frutas, verduras, legumbres y cereales)
La dieta mediterranea además aporta gran cantidad de antioxidantes que protegen del envejecimiento celular y la carcinogénesis.
Ejemplo de modelo de Menú Mediterráneo
Desayunos y/o meriendas
Opción 1:
- Café o té con leche desnatada.
- Cereales con un poco de miel
- Galleta o tostada untada con queso blanco.
Opción 2:
- Frutas a gusto.
- Cereales con un poco de miel
Opción 3:
- Café o té.
- Un yogur desnatado.
- Galleta o tostada untada con queso blanco.
Opción 4:
- Café o té.
- mollete de Antequera untado con aceite, o
con tomate, sal y ajo.
Lunes
- Pollo a la plancha (sin piel).
- Ensalada de zanahoria rallada y huevo.
- Legumbres
Martes
- Brócoli con limón y aceite de oliva virgen y Pescado
- Tortilla de patatas
Miércoles
- Bistec a la plancha.
- Arroz
- Verduras gratinadas
Jueves
- Hamburguesas caseras de verdura, garbanzo, soja o carne
- Ensalada caprese
- Papa o patata al horno
Viernes
- Empanadas de atún
- Pollo a la plancha con ensalada de espárragos y palmitos con limón
Sábado
- Paella
- Caldo de verduras
Domingo
- Pasta con tomate
- Coles de bruselas
Recomendaciones:
No debes ingerir pan, bollería o dulces a diario, sólo en ocasiones especiales, sustitúyelo por fruta.
Bebe 2 litros de agua al día.
Consume las frutas con 3 horas de margen con el resto de alimentos.
Si no toleras algún alimento, puedes sustituirlo por uno semejante.
Frutas al gusto.
Tomar legumbres al menos tres días en semana
Cocinar con aceite de oliva.
Realizar activida física todos los días (por ej: pasear una hora)
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